MAMELUCOS Y FACHAS

Mamelucos y Fachas
No hace siquiera una semana, mientras paseaba por las calles de nuestra ciudad ,pude oír como a mi paso alguien exclamaba un curioso bisilábico “Facha”.
Despertó tanta curiosidad en mí aquel adjetivo, que a pesar de conocer su significado, al llegar a casa busque en un diccionario su académico significado, y así decía: “Mamarracho, adefesio, Nazi, Fascista”
Lo que aquel mameluco, - y perdóneme Goya que magistralmente retrato a estos guerreros musulmanes en su carga del 2 de mayo -, me insulto, me hizo pensar unas frases firmadas por la genial pluma de Alfonso Ussía; las cuales, he tenido el atrevimiento de modificar:
Me siento español y quiero sin límites a mi patria. Soy un facha. Mis nulas, debido a mi edad, actividades políticas durante el franquismo si hubieran existido serian antifranquistas. Pero soy un facha. Voto desde mis 18 años con ilusión en todas las elecciones y referéndum. Pero soy un facha. Creo en los principios y valores de la Constitución de 1978. Soy un facha. Creo en el principio de solidaridad entre los territorios de España y defiendo que los más ricos tienen que ayudar a las autonomías mas deprimidas. Pero soy un facha. He estado, estoy y estaré siempre del lado de las libertades, pero soy un facha. Me repugnan las dictaduras y las tiranías, de un signo o de otro. Pero soy un facha. Jamás he adornado ni adornare mis ropas con las caras o signos de genocidas y terroristas, y soy un facha. Creo en la independencia del poder Ejecutivo, el poder legislativo y el poder Judicial, lo que conlleva a que sea un facha. Creo que ninguna nación europea esta mas abierta a la descentralización que España. Y soy un facha. Creo en la obligación moral y ética, como parte de la sociedad de una nación desarrollada, de acoger y ofrecer toda clase de oportunidades a los inmigrantes. Y soy un facha. Creo en la libertad de expresión y opinión y por ellos soy un facha. Creo que la administración del dinero público no consiste en el despilfarro, las ayudas personales o las inversiones ruinosas e innecesarias, y soy un facha. Creo en Dios y en la civilización cristiana, de ahí mi condición de facha. Creo en la libertad de padres y alumnos para elegir un centro educativo, y soy un facha. Creo en el individualismo y desconfió del colectivismo, y soy un facha. Creo en la igualdad de oportunidades y en la obligación de los poderes públicos en contribuir en el desarrollo de los más necesitados, y soy un facha. No creo en los nacionalismos excluyentes, étnicos e históricamente inventados, lo que me conduce a ser un facha. No creo en el rencor como instrumento de hacer política y soy un facha. Creo que el futuro de 40 millones de españoles no puede seguir en manos de minorías antiespañolas y chantajistas. Y así lo creo porque soy demócrata, pero soy un facha. Creo en el latín y el griego, en las artes y humanidades, en la prosa y el verso y soy un facha. Creo que ser español y sentirse español es tan maravilloso como difícil. Creo en la Justicia, y soy un facha. Creo que los asesinos tienen que ser los vencidos y las victimas y sus familias los vencedores y soy un facha. Creo en la vigencia de nuestra constitución, en sus derechos y obligaciones. Y soy un facha. Creo en la monarquía y en el ejercicio arbitral de la institución de la Corona y soy un facha. No creo en la división de España y en el establecimiento de diferencias entres los españoles, y soy un facha.
Pertenezco al ala joven de un partido liberal, centrista y reformista, protagonista de la transición a la democracia, y esto me conduce a ser un facha.
Para desgracia de estos “mamelucos”, en España afortunadamente aun quedan millones de “Fachas”; millones mas que de “mamelucos”.

Luis Miguel Fernandez.